Lideres online cambio de paradigma

Líderes online

Hablamos de un verdadero incordio, de un galimatías, de un sinfín de palabras que intentan formar frases, pero que finalmente no quieren decir nada. Lo que era ya no es, el mundo para el que nos entrenamos cambió tanto los parámetros sociales, que logró modificar la sociedad hasta el punto en que mucha gente dejó de comprender y con ello abandonó la voluntad de intentar estar a la par con las realidades que se les están planteando. 

Las aspiraciones se apagan, porque simplemente ya no son posibles, en un tiempo la gente soñaba con tener su casa, pasó el tiempo y se fueron cediendo aspiraciones hasta que hace un año en general lo aspiracional pasaba mayormente por viajar. Y ahora, ante este contexto de pandemia, eso tampoco es posible.

Al mutar la posibilidad de desear, cambia también el norte que cada persona se impone, esto acrecienta la ansiedad y hace que muchos pierdan el camino. Ya que el viento nunca sopla a favor si no sabemos hacia qué lugar nos dirigimos.

Orden

Esta palabra de 5 letras que puede definirse como antagonista a la entropía, es quizás hoy, el secreto para quienes quieran seguir el camino del liderazgo. La gran oportunidad para aquellos que tienen vocación de liderar pero no tenían la impronta presencial para hacerlo.

El incremento del teletrabajo, hace variar la lista de aptitudes que debe poseer toda la estructura de una empresa. Y de esto nadie se salva, lo que antes eran requerimientos ineludibles, hoy se transformaron para poder llevar la cosa en un contexto en el que no tenemos contacto humano y lo que antes apuntaba a formar grupos hoy requiere de profesionales independientes y serios.

Veamos el caso de los líderes, que hasta hace poco, debían ser, inteligentes, asertivos y carismáticos, paradigma que iba de la mano con los grupos presenciales, con mover a la gente a la que veíamos todos los días, con evitar conflictos, con organizar a los equipos.

Hoy se pretende que un líder sea una persona capaz de un impecable nivel de organización, de una constante preocupación por el estado emocional de cada uno de los recursos en sus equipos y hasta un entertainer digital que haga las veces de payaso para que la tropa no se aburra. Así el líder deviene en un mero organizador, cuyas tareas no distan de tomar notas, hacer listas de tareas organizadas y ver que las gente en sus equipos las sigan.

Silencio

Podemos ponernos de acuerdo en que el silencio es en general sano, que si pensamos diez veces y hablamos una, obtendremos mejores resultados que si hablamos diez y pensamos una. Así es como muchos grandes pensadores indican que el silencio es evidencia de sabiduría.

Shakespeare solía decir que Es mejor ser rey de tu silencio que esclavo de tus palabras indicándonos que nos condenamos con lo que decimos. Que comprometemos nuestro ser a la memoria que dejamos en otros con aquello que transmitimos.

El silencio no es sino, la falta de ruido/sonido, como el frío no es otra cosa que la falta de calor o movimiento si así lo prefieren. Y por algún motivo se ha considerado durante mucho tiempo a la persona que piensa y no habla, como a alguien tímido, que puede ser inteligente. Es mejor que te crean un idiota por no hablar a que lo comprueben.

Pero hoy el silencio es un problema, la gente que se calla y no nos dice que le pasa simplemente nos aísla, nos coloca en un lugar de ostracismo evitando que podamos ver soluciones o podamos aportarles algo que les sirva.

Si el silencio es el camino, los líderes tampoco necesitarán mucho de la experiencia, dado que en este contexto que nadie realmente ha vivido, no hay experiencia viable, y ante el silencio, la experiencia no puede hacer nada.

El silencio es como el viento: atiza los grandes malentendidos y no extingue más que los pequeños.

¡Basta de silencios!¡Gritad con cien mil lenguas! porque, por haber callado, ¡el mundo está podrido! (Santa Catalina de Siena)

Nuevos Tiempos

El cambio de las necesidades en las empresas está redefiniendo el espectro de conocimientos necesarios en los líderes, pero la manera en la que lo está haciendo, puede derribar las estructuras que se intenta sostener.

Si desoímos la experiencia corremos el riesgo de repetir nuestros errores, si nuestros líderes no son inteligentes, nuestros equipos tampoco lo serán, si nuestros líderes no son asertivos, viviremos dando vueltas entre dudas y ansiedades.

En la opinión de quién les escribe un líder debe ser un profesional, inteligente, carismático y asertivo, mantenerse en la punta del conocimiento para poder guiar a aquellos a los que lidera, tener el corazón en el equipo y la mente puesta en el negocio. El buen líder prestará oídos a cada opinión pero solo modificará el rumbo cuando la alternativa sea mejor que el camino previamente pautado.

Para organizar siempre existe gente que no tiene la capacidad de dirigir, quizás esto sea lo que debamos volver a ver.

Autor: F. Mesaglio

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