Vivimos un momento extraño en el mundo del software. La inteligencia artificial generativa irrumpió en nuestra práctica profesional y, con ella, un fenómeno que muchos llaman vibe coding. Y conviene decirlo con claridad: el vibe coding está mal visto.
¿Por qué?
Porque el vibe coding no te enseña.
Porque el vibe coding no tiene criterio.
Porque los productos vibecodeados suelen ser desprolijos, faltos de diseño y, lo peor de todo, sin pruebas ni garantías de calidad.
Y sí, mal que nos pese, en muchísimos casos eso es cierto. Pero la pregunta importante no es si está bien o mal, sino por qué pasa.
