lunes, 5 de febrero de 2024

Cómo lograr buenos hábitos y eliminar los malos



Teniendo en cuenta que un hábito es un comportamiento automático y repetitivo que adquirimos a través de la

práctica constante. Los hábitos, pueden ser tanto acciones positivas, como hacer ejercicio regularmente o leer

diariamente, como hábitos negativos, como fumar o posponer tareas importantes. Estos comportamientos suelen

ser parte de nuestra rutina diaria y pueden influir significativamente en nuestra calidad de vida. 

Los hábitos pueden ser moldeados a través de la repetición, la disciplina y el esfuerzo consciente para cambiar o adoptar nuevos comportamientos. Entender el método por el que se adquiere un hábito puede ser la clave para eliminarlos o para asentarlos. 

Sistematización del hábito

Tanto los buenos como los malos hábitos utilizan los mismos medios para lograr entrar en tu rutina. Este es

el sistema mediante el cual formamos hábitos. 

Señal
La señal es el primer escalón, ese que desencadena el proceso en tu mente y la que promete una recompensa 

como resultado de la acción que propone. 

            Ejemplo 1: Sentís un alucinante aroma a pizza, casi podés paladearla.

Ejemplo 2: Estás solucionando un bug de programación a las 2 de la madrugada y sentís mucho

cansancio.

Anhelo

El anhelo es el segundo escalón, es el impulso motivacional, la energía que pondremos en la realización del

hábito, la intensidad con la que deseamos las recompensas propuestas por la señal. 

Ejemplo 1: Quiero una porción de fugazzeta de “El Cuartito” (una pizzería grandiosa por cierto).

Ejemplo 2:  Sentís el estrés de no poder encontrar una solución, necesitás tomar control nuevamente


Respuesta

La respuesta es el hecho en sí, la realización del acto fundacional del hábito que una vez lograda nos

dará acceso a la recompensa.

Ejemplo 1: Llamo a la pizzería y pido una grande, o voy a la pizzería y como ahí.

 Ejemplo 2: Te mordés las uñas  


Recompensa

La recompensa es la satisfacción de tu anhelo, es ese placer que obtendremos al concluir con la respuesta. 

Ejemplo 1: Puedo paladear esa magnífica combinación de ingredientes perfectamente combinados,

en un sabor que ya estaba en mi memoria.  

Ejemplo 2: Sacás la mente del problema y por tanto reducís el estrés.

Y así podemos ver como buenos y malos hábitos se sirven del mismo mecanismo, para tomar un espacio en

tu rutina. Afortunadamente, entender este mecanismo nos permitió generar estrategias tanto para sumar

buenos hábitos como para eliminar los malos

Para los buenos

Tenemos que hacer que la señal sea inequívocamente evidente, no tiene que haber duda de que debería estar ahí, de que es lógico esa

necesidad que se despierta. En el escalón siguiente nos enfocamos en el anhelo, nos tiene que hechizar, y de esa

manera generar la motivación para llegar a la respuesta, la cual debe ser de fácil resolución. Y finalmente,

la recompensa, que debe ser lo suficientemente buena como para que aceptemos y asentemos

todo este proceso como algo que queremos repetir.

Ejemplo: Incluir el ejercicio físico en nuestra rutina

Señal: Estrés

Anhelo: Sentirnos desestresados y hacer ejercicio para sentirnos mejor físicamente

Respuesta: Ir al gym

Recompensa: Vernos mejor físicamente, poder usar ropa que nos guste,

sentir el alivio que da un cuerpo bien tonificado.


Para los malos

Tenemos que hacer que la señal desaparezca, que sea algo a lo que no le queramos prestar atención, así el

paso siguiente será quitarle poder al anhelo quitarle energía, motivación. Necesitamos hacer que la respuesta sea complicada de realizar y finalmente tenemos que hacer que la recompensa tenga una connotación negativa.

Así lograremos comenzar a desistir al momento de realizar este mal hábito.

Ejemplo: Dejar de fumar

Señal: Estrés, compulsión por el vicio, deberíamos darnos cuenta de que esta

señal es mucho más débil de lo que imaginamos, que hasta podríamos compararla

con un dedo apoyado en nuestra mejilla, que a medida que desestimamos se sentirá menos

a cada momento.

Anhelo: Dejar el estrés, ganas de fumar, deberíamos quitarle importancia,

enfocarnos en lo poco que vale la pena el tener que levantarnos e irnos a fumar. 

Respuesta: La respuesta debe generarnos complicaciones, por ejemplo

no fumar dentro de la casa y que esto nos obligue a dejar el confort de nuestro

espacio y salir a soportar las inclemencias del tiempo, cambiarnos de ropa antes de

salir a fumar y al entrar para no convivir con ese olor espantoso. 

Recompensa: La recompensa debe ser negativa, por ejemplo al volver adentro ya

cambiados con ropa sin olor, tomarnos un momento para paladear nuestras bocas, de esa

manera notaremos el gusto horrendo que nos queda. 

Conclusión

Comprendemos ahora que los hábitos son sistematizables y que depende de nosotros el utilizar las secuencias correctas para prenderlos y apagarlos, para incluirlos o sacarlos de nuestra rutina. Que para eliminar un mal hábito, como sumar uno nuevo, tan solo debemos saber actuar sobre sus hitos, quitarle motivo y recompensa a los malos y llenar de motivo y recompensa a los buenos.

Este es un método básico y funcional, aunque podemos sumar otras técnicas que nosllevarán a lograr avances con mayor celeridad, próximamente hablaremos de ellas.  


Autor: Fabian Mesaglio

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