lunes, 29 de enero de 2024

Existo luego pienso, vivimos en una simulacion






"Existo, luego pienso" implica una reflexión profunda sobre la conexión entre existencia y consciencia, una visión meditativa que resuena con el famoso "Cogito, ergo sum" de Descartes.


Si vemos al Universo como un lugar que existe porque nosotros existimos, también intentamos contestar la primigenia pregunta, si un árbol cae en el bosque y no hay nadie para escucharlo, ¿realmente hace ruido?. 



Bajo este concepto nuestro lugar como engranajes en el Universo es el de ser modificadores, y actuar como “bosones” al ser parte en la conversión de la onda en materia y de la materia en onda, somos motores de entropía creando así un universo expansivo de posibilidades, cuerdas que parten de las decisiones conscientes y de la multiplicidad cuántica de opciones para una simple respuesta. 


Ese holograma que llamamos realidad, es un vitreaux compuesto por los datos que nos entregan nuestros sentidos, por tanto, primero mis sentidos están ahí para recibir el estímulo, el dato pasa por el receptor específico y se dirige hacia mi cerebro utilizando mi sistema nervioso central. Una vez que el dato llegue al cerebelo, se comunicará a las áreas afectadas a permitirme comprender esa información en forma de vivencia. Una realidad virtual constante que se replica en mi mente, tanto al estar despierto recibiendo impulsos sensoriales, como al dormir, recordando esos impulsos y creando nuevos escenarios vivenciales, con el fin de que mi cerebro pueda acomodar recuerdos atandolos a distintas reacciones sinápticas, la profundidad de estas relaciones y la complejidad de los estímulos que las produzcan determinarán la profundidad y la fortaleza del recuerdo.


Vivimos en un Universo que sigue reglas y patrones casi computacionales. La mismísima cuantización del conocimiento, el tiempo y el espacio, nos enfrentan a una grave posibilidad de estar viviendo en una simulación de algún tipo. Donde lejos de humanizar la respuesta, invirtiendo papeles y asignando algo humano como la sistematización al Universo, lo que hacemos es comprender que a partir del conocimiento de lo cuántico vemos una cantidad de loops (hechos que se repiten de forma compartimentada), que hacen que el tiempo deje de ser lineal con respecto al espacio o a lo dimensional, y que cada bloque tiempo-realidad se auto contenga como una capa, como un layer con sus propias reglas momentáneas. 


Ok, pero qué significa esto, ¿qué nos muestran estos patrones tan parecidos a los métodos que utilizamos hoy por hoy para crear sistemas? Esto puede tomarse como que nos basamos en una naturaleza que desconocíamos (la cuántica) para crear la arquitectura de nuestros programas, sistemas, juegos… aunque lo más posible desde el punto de vista de la física es que estemos habitando una simulación, creada vaya uno a saber por quién… aunque si tuviera que adivinar diría que fue creada por nosotros mismos. 


Con qué fin, te preguntaras, teorías hay tantas como personas pensando en esto, más cuando se dan cuenta que todo aquello que conocemos como materia está en un 99.999% vacío. Esto se debe a que estamos compuestos por átomos, los cuales poseen un núcleo pequeñísimo y luego un campo electromagnético en el que habitaran los electrones apareciendo y desapareciendo de forma constantemente cuántica, ese campo, es espacio vacío, está ahí para repeler  los campos de otros átomos. 


Así es como prácticamente no acarreamos materia en este plano en el que vivimos, por tanto podemos abordar la composición atómica del mundo tangible y la prevalencia del espacio vacío, y de forma consciente darnos cuenta que como seres compuestos mayormente por campos electromagnéticos, en un universo compuesto exactamente igual, nuestras decisiones conscientes deberían poder interactuar con el resto de la energía que nos circunda. 



Conclusión


En fin, este texto intenta ser un viaje filosófico- científico que nos desafía a reconsiderar nuestra comprensión del universo y nuestro lugar en él. A través de la integración de conceptos de física cuántica, neurociencia y filosofía, nos invita a cuestionar la realidad que percibimos y la misma esencia de nuestra existencia. Es un excelente punto de partida para reflexiones más profundas y discusiones estimulantes, que pueden abrirse a interpretaciones aún más amplias y una exploración interdisciplinaria. Quizás veamos que el tiempo no es tiempo, que el espacio no es espacio y que esta realidad no es más que un juego muy bien diseñado. 


Autor: Fabian Mesaglio


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