martes, 23 de enero de 2024

Los enemigos de tu éxito


Los "enemigos del éxito" pueden variar según la perspectiva individual, pero algunos factores comunes que pueden obstaculizar el éxito incluyen la falta de motivación, la procrastinación, la falta de enfoque, el miedo al fracaso, la falta de habilidades o conocimientos necesarios y la resistencia al cambio.

Intentaremos hablar de ellos en esta ocasión, pero desde aquello que detiene al éxito y no desde el punto de vista del fracaso, vamos a ver frases y acciones (o inacciones) que nos llevan a estancarnos en lugar de avanzar. 

Superar estos obstáculos suele requerir la identificación de las áreas de mejora personal, el establecimiento de metas claras, el desarrollo de habilidades y competencias relevantes, la implementación de estrategias efectivas de gestión del tiempo, la superación del miedo al fracaso a través de la mentalidad positiva y el aprendizaje de lecciones de cada desafío, y la búsqueda de apoyo y orientación cuando sea necesario. Pero todas estas son cosas que necesitan de nuestra atención para poder ser resueltas. 

Veamos algunas frases que nos roban energía y nos detienen en camino al éxito: 

No encuentro la forma de ponerme a hacerlo, ¿por qué lo tengo que hacer yo?:

La falta de motivación es uno de los grandes obstáculos para el éxito y combinarlo con la poca claridad que ofrece la duda que nos causa saber si deberíamos estar haciendo lo que nos propusimos en una primera instancia, nos dejan en un lugar desolado, en una estigia para la mente dónde tan sólo podemos esperar. 

Cuando una persona carece de motivación, o no puede encontrar la razón para hacer algo,  es menos probable que se comprometa con sus metas y objetivos, lo que puede llevar a la procrastinación y a una falta de logros. La falta de identificación de la persona con el proyecto termina alejándola, poniendo una “sordina” que enturbiará la frecuencia con la que vibramos en pos de un proyecto.

No sé qué me detiene, me lo iba a poner a hacer pero todo parece frenarme

Nos distraemos por cualquier cosa, el motivo que sea,  parece ser más importante que aquello que está en la lista de cosas que tenemos que hacer, es casi como si nos pusiéramos un palo en la rueda. Mi abuelo le llamaba miedo al éxito. 

La procrastinación es el acto de posponer tareas importantes continuamente. Puede ser causada por la falta de motivación, el miedo al fracaso, la ansiedad o simplemente por hábitos poco saludables. La procrastinación puede dificultar el logro de objetivos y el éxito personal y profesional.

Pero esto tiene cura, sólo hace falta que sigas tu lista de tareas, que entiendas que lo que designaste para este minuto es lo que tenés que estar haciendo, sin pensar más allá, relajando y permitiendo que se ejecute lo que nosotros mismos pensamos para este momento y que ya no necesitamos un porqué para realizarlo.  

No puedo hacerlo todo:

Uno de los grandes ladrones de energía, es la incapacidad de entender que no podemos hacerlo todo al mismo tiempo, que tan importante como saber qué tendrías que estar haciendo, es saber qué NO tendrías que estar haciendo. De esta manera vas a poder mejorar tu lista para que se acomode mejor a  tus ritmos y necesidades.  

La falta de enfoque puede impedir que alguien alcance el éxito, ya que puede conducir a la dispersión de energía y recursos en lugar de concentrarse en metas específicas. La falta de enfoque puede surgir de la falta de claridad en los objetivos o de distracciones constantes.

No lo voy a lograr:

La negatividad es algo común en los proyectos, dicen por ahí que hay 72 formas de detraer una idea, y que sólo aquellas grandes ideas que pasan nuestro estricto escrutinio y sobreviven serán aquellas que tenemos que realizar. 

El miedo al fracaso puede paralizar a las personas, impidiéndoles asumir riesgos necesarios para el crecimiento y el logro de objetivos. El miedo al fracaso puede impedir tomar decisiones importantes y limitar el potencial de una persona.

El miedo al fracaso, desaparecerá  si nos concentramos en mejorar nuestra selección y nuestra capacidad de atomizar nuestras tareas, porque en el punto de la ejecución ya no necesitamos estar viendo la macro de todo sino que nos podemos enfocar en una tarea simple y lograble. Y de no ser de esta manera tendremos que hacerla más pequeña, dividiéndola para que las nuevas tareas pasen a ser fácilmente realizables. 

No se cómo!:

La vida es un camino lleno de presunciones y de posibilidades, cada puerta que abrimos de un conocimiento, nos abre diez nuevas y en cada una de ellas hay contenido que va a hacer que veamos a nuestro yo anterior como un ignorante. 

La falta de habilidades o conocimientos relevantes puede ser un considerable obstáculo para el éxito. La mejora y el desarrollo personal y profesional continuo son fundamentales para superar esta limitación.

Para superarla no es necesario detenernos, sino, aprender aquello que no sabemos, o simplemente preguntarle a alguien que sepa, uno de los grandes solucionadores del NO SE, es aprender a delegar aquello que no está en nuestro scope de conocimiento. Si yo me dedico a codear software médico, voy a depender de técnicos y doctores para que lo implementen y lo usen. Por tanto, si no sabes, se lo pedís a quién sabe y si te interesa mucho, lo aprendés con el tiempo. 

No puedo hacerlo así, ¿por qué lo cambiaron si antes estaba bien?: 

El superpoder del ser humano es la capacidad de adaptación, y por tanto cuando no podemos acceder a nuestra capacidad de aceptar el cambio, terminamos utilizando métodos viejos, que ya han sido optimizados, perdiendo tiempo e ímpetu al momento de lograr algo.

La resistencia al cambio puede dificultar la capacidad de adaptarse a nuevas circunstancias, oportunidades y desafíos. La rigidez en el pensamiento y enfoques obsoletos pueden limitar el crecimiento personal y profesional.

Tenemos que comprender que no podemos aspirar a la homeostasis, donde no hay cambio tampoco hay vida. Y actualizarse es parte de vivir, porque cuando dejamos de hacerlo es cuando realmente nos ponemos viejos, cosa que no es pecado pero que en general dista de lo que esperamos para nuestras vidas y proyectos. Abrazar el cambio es dar un paso hacia adelante y visto y considerando que el tiempo como lo conocemos corre sólo en esa dirección, sólo nos queda la oportunidad de poner un pie delante del otro siempre.

Conclusión

Superar estos obstáculos generalmente requiere medidas específicas, como el desarrollo de habilidades de liderazgo y gestión personal, la práctica de la autoconciencia, el establecimiento de metas claras y realistas, la búsqueda de apoyo y orientación, y la adopción de hábitos y mentalidades positivas.

Pero por sobre todo necesitamos comprender, el cómo y el porqué de nuestros propósitos. Y dibujar en nuestras mentes el camino que vamos a seguir, sabiendo que no hay forma de evitar el cambio e incluyéndolo en nuestros planes. 

De esta manera te vas a poder enfrentar a los enemigos de tu éxito, esos que finalmente, habitan en ese espacio que hay entre tus orejas. Aceptar que sos artífice de lo bueno y lo malo que te pase es el primer paso en dirección a tus metas.


Autor: Fabian Mesaglio


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