Hablemos de cambios, de renovarnos en pos de un mejor futuro, de vencer a la tedia y dejar lo que éramos para ser algo más, o algo menos.
Hoy vemos un verdadero éxodo, una migración, un absoluto cambio de paradigmas, donde muchas fuentes de trabajo han evolucionado o desaparecido, pero el cambio más absoluto lo observamos en aquellos que han dejado lo analógico por lo digital, que pasaron de producir con la palabra o los músculos para crear con sus mentes, y que muestran en el hoy sus ojos bien abiertos por la felicidad de un mañana más prometedor. Ir del punto A al punto B, dejar lo que solíamos ser para convertirnos en algo completamente nuevo.
Si bien la gran ventaja de nuestra especie es la adaptación, la historia nos muestra la gran lucha que hemos desatado en pos de mantener el status quo, dado que al parecer, la rutina nos produce sosiego y nuestras mentes se van a enfocar en todo aquello que evite el estrés.
El cambio proviene de la necesidad, la necesidad puede llegar desde muchas direcciones, la falta de recursos, el deseo por ser o saber más.
Una mente inquieta que necesita desafíos también nos indica necesidad de avance y por supuesto, la oportunidad que nos da el conocer a esas otras personas que ya recorrieron el camino antes que nosotros y aparecen en nuestra vidas para narrarnos un poco sobre las vueltas y las pendientes por las que vamos a pasar.
Reset
No siempre se va a tratar de arrancar de cero, pero si lo pensamos, todo comienzo nos da la oportunidad de ser mejores, de modificar todo lo que somos desde lo más profundo, por complejo que sea, ya que no solo nos da la oportunidad de dirigirnos hacia lo nuevo sino que nos permite desprendernos de lo viejo, lo cual es cuando menos aterrorizante pero también apasionante.
No es posible navegar hacia nuevos horizontes sin sobreponerse al miedo que produce dejar de ver la costa.
Es normal convivir con la inmovilidad, con la estupidez que nos propone no dejar de hacer lo que nos propusimos bajo todos esos pretextos que creemos que nos dan paz, ya sea que provengan de la moral o de la tozudez con la que encaramos nuestros proyectos personales.
Motivación
Si antes hiciste algún cambio en tu vida y el cambio no fue por vos, quizás hoy te cueste mucho cambiar, dado que el motivo, posiblemente no haya sido el correcto. El gran secreto está en que sea lo que sea que emprendamos nos motive, nos de felicidad, se adapte a aquello que nos propusimos. (como verás la palabra aca es "nos")
Y si comprendemos esto profundamente, también debería convertirse en motivo transmitir esto a otros, enseñar sobre libertad, sobre la alegría que proviene del propósito de caminar hacia un fin que nos hayamos propuesto.
Mas alto, mas lejos, mas rápido
Amar, desde el punto de vista del honor es ser más a cada momento, porque de esa manera podemos dar lo mejor de nosotros siempre y cumplir con entregarle a quienes amamos la mejor versión de nosotros en cada instante.
La mejora continua es una filosofía de vida, una forma de ser, un destino auto-propuesto que trae consigo un sinfín de amarguras, pero muchas más cosas dulces.
Ojo, el truco es comprender que si vamos a hacer cosas para ser mejores debe ser por nosotros mismos. Sí, como dije antes amar es mejorar, pero nunca debemos cargar nuestros problemas o nuestros progresos sobre la espalda de otros. Somos los únicos responsables de nuestros destinos.
La perfección no existe
No estábamos en un punto perfecto ayer, ni lo vamos a estar hoy, siempre tendremos que luchar con esa comparación anhelante y atrayente que nos muestra el pasado y ponerla en la balanza con aquello que deseamos profundamente en un futuro, pero lo que realmente tenemos es el ahora, esto que experimentamos y a veces cae por debajo de nuestra imaginación, pero que sin duda alguna, es mucho más de lo que hubiera sido si no lo hubiéramos emprendido.
El error, será nuestro maestro, el indómito e irrecuperable tiempo, nuestro pago por cada acción mal realizada, aún así, no hacer sería peor, ya que nos haría perder esos preciosos momentos a cambio de nada.
La búsqueda no debería estar enfocada en la perfección, sino en mejorar constantemente.
Perder la cabeza, abrazarnos a la rutina
Hay eventos en nuestra vida que nos cambian la realidad, verdaderas epifanías que modifican no sólo nuestros puntos de vista, sino nuestro sentir. Instantes a partir de los cuales un velo se quita de nuestros ojos para hacernos entender que vivíamos en completa oscuridad.
Que no sabíamos realmente sobre el amor hasta que conocimos a esa persona, que no teníamos la más mínima idea de lo que significaba la palabra entrega o responsabilidad, hasta que nos reflejamos en los ojos de nuestros hijos. Que no sabemos nada de lo que tenemos o tuvimos hasta que lo perdemos.
Y es por eso quizás, que buscamos repetir de forma constante aquello que nos funcionó o en lo que no la pasamos tan mal, así encerramos nuestros actos y auto-coartamos nuestra libertad de progreso a cambio de no ponernos nerviosos.
El próximo paso…
La única acción que debemos tomar es la aceptación, internalizar un concepto, lo que vive cambia, el amor y el error van de la mano y nos llevan a ese próximo paso en el cual podremos volcar todo lo nuevo que hemos aprendido y todo aquello en lo que hemos mejorado.
Ese próximo paso está a la vuelta de la esquina esperando a ser el primero de muchos que te lleven ya sea al destino de éxito o de iluminación, dejando huella, creando recuerdos y sembrando posibilidades que necesiten muchos más próximos primeros pasos.
Mirá hacia adelante, sonreí, levantá levemente tu pierna, incliná tu cuerpo para transladar el peso en dirección al vacío propuesto por la gravedad, y dejálo descansar sobre tu talon mientras el resto del pie se acomoda…. listo el primer paso está dado.
Autor: Fabian Mesaglio
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