Un tratado sobre la estupidez

Intentaré reproducir el concepto de la estupidez de la manera más fiel que me sea posible, avanzaré en el concepto desde su origen hasta una conclusión, quizás, finalmente, no sea más que un a sarta de pavadas amuchadas por este orgulloso estúpido que les escribe.

La estupidez es la característica humana que evita que hoy el mundo viva en abundancia y con alegría. El del estúpido, es el camino que más daño puede hacer ya que ni el mismo imbécil se beneficia de un acto de estupidez.

“Una persona estúpida es una persona que causa un daño a otra persona o grupo de personas sin obtener, al mismo tiempo, un provecho para sí, o incluso obteniendo un perjuicio”.(C. Cipolla)

¿Pero qué es la estupidez?

Es la imposibilidad de ver otro punto de vista que no sea el propio, es la mente estrecha del que no ve que alguien más pueda tener la razón o que hay una gran variedad de soluciones a cada problema.

Para Edgad Alan Poe, La estupidez es un talento para el concepto erróneo, el estúpido no sabe y no quiere saber más allá de lo que cree que sabe. Vive en un universo en el que las cosas salen bien por “suerte” o son culpa de algún ser omnipotente que hace que las cosas sucedan a cambio de genuflexiones y rezos. Siguiendo a ciegas preceptos o reglas que van más allá de la lógica.

El humano en grupo es el más susceptible al encanto de la estupidez, El secreto del demagogo es hacerse tan estúpido como su público para que crean que son inteligentes como él(Karl Kraus), cuando la verdadera fortaleza esta en el pensamiento individual y en escapar de ese sentimiento masificado en el cual nos hacemos uno con la corriente, aceptando caminos que pueden no estar bien. Nunca subestimes el poder de las personas estúpidas en grandes grupos.(George Carlin) es un poder enorme, muchas veces sin control y que decanta en un mundo como el que tenemos hoy, donde la vida… y no la supervivencia debería ser el mínimo común denominador, donde el mérito como escala de valor es lo mejor que encontramos hasta ahora como medida de justicia, pero que debería partir de ciertos mínimos de oportunidad, energía libre (convengamos que hoy se puede) y acceso a la información, libre también, de otra manera, la estupidez pasa a ser parte del siguiente nivel en la escala.

El mismo pozo

Einstein sabía decir que repetir la misma acción una y otra vez esperando resultados distintos es locura o estupidez, y quizás de alguna forma parafraseaba a Cicerón cuando repetía, Cualquier hombre puede cometer un error; sólo un estúpido sigue haciendo lo mismo.

Al menos dos tercios de nuestras penalidades proceden de la estupidez y la malicia humana y esos grandes motivadores y justificadores de la malicia y la estupidez, son el dogmatismo y el proselitismo denodado en nombre de ídolos políticos o religiosos (Aldous Huxley). En este milenio, deberíamos comenzar a solucionar este mal, ya sea educando o sacando del medio a aquellos que se aprovechan de este flagelo de nuestra especie.

¿Pero de dónde viene la estupidez?

La estupidez nace de tener una respuesta para todo; la sabiduría, de tener una pregunta para todo(Milan Kundera) ser un estúpido es mantener la mente cerrada, de ahí proviene la palabra “mentecato”. Es estar absolutamente seguro sin haberlo verificado, es correr detrás de un dogma sin saber si las palabras de las que está compuesto son reales.

La estupidez es un reflejo de lo que necesitan unos pocos para manejar la vida de muchos, cuanto más estúpida sea la masa, más dominable también, por tanto podríamos decir que más allá de ser tontos naturalmente, nos encontramos con una tendencia a tratar de especializar la estupidez y la enseñanza de la misma, de manera que no podamos darnos cuenta de lo estúpido de nuestros actos o de la falta de ellos. La idiotez es una enfermedad extraordinaria, no es el enfermo el que sufre por ella, sino los demás.(Voltaire)

William Gaddis sabía decir que, La estupidez es el cultivo deliberado de la ignorancia, así, desinformar, o enseñar mal es lograr una ignorancia mucho mas profunda, de gente que cree que lo que hace o dice está bien porque así se lo enseñaron y no porque se tome el tiempo para pensarlo.

Pero, ¿quién es estúpido?

Estúpido es aquel que aún no se dio cuenta, que no ve aquello que comenzará a corregir a partir de ese preciso momento en que “le caiga la ficha” de ese error que lo llevó a creer que siempre estuvo en lo cierto. El problema es que las personas estúpidas carecen de las habilidades exactas para ser capaces de reconocer lo estúpidos que son realmente…(Bill Murray)E, el estúpido no tiene porqué ser malo, pero esto no quiere decir que sus actos no afecten al entorno tanto o más que los actos de alguien que es malvado.

Nunca atribuyas a la malicia lo que se explica adecuadamente por la estupidez(Napoleón)

Podríamos decir que un estúpido es aquel que piensa estúpidamente, El cerebro de un estúpido digiere la filosofía en la locura, la ciencia en la superstición y el arte en la pedantería.(George Bernard Shaw)

Estúpido es el que hace estupideces…. (del guión de Forrest Gump)

Podemos identificar actos estúpidos en todos lados, cosas tales como arruinar el mundo en el que vivimos, talar bosques, ensuciar el agua, el aire, o peor aún, permitir que otros lo hagan y no hacer nada al respecto. Nos comportamos como si tuviéramos otro mundo al cual irnos a vivir cuando terminemos de arruinar este. Algunos hasta creen que la tierra en la que habitamos es plana, pero esto ya es un nivel que raya en lo patológico y no en la simple estupidez.

Nos ponemos en manos de políticos, los endiosamos y no controlamos aquello que deberían hacer para cuidarnos a todos realmente. Parece que en las etapas avanzadas de la estupidez, la falta de ideas se compensa con un exceso de ideologías.(Carlos Ruiz Zafón)

Albert Einstein se asombraba de la capacidad de la estupidez humana y hasta se mofaba de ella cuando decía Dos cosas son infinitas: el universo y la estupidez humana y en cuanto al universo, no estoy seguro. Difícilmente podamos escapar de esta característica mientras haya tantos otros buscando el camino contrario, la obliteración de la mente en beneficio de unos pocos y con una mirada cortoplacista en la que no hay un mañana que importe, en la que simplemente no medimos las acciones que tomamos o las que permitimos que sean tomadas y no elegimos no darnos cuenta hasta que se haga demasiado tarde.

Por todo esto creo que me sumo a Pascal cuando decía, Preferiría un infierno inteligente a un paraíso estúpido.

Autor: FM

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