Un suceso muy repetido en medio de esta suerte de retiro espiritual global, yace en muchos casos en la imposibilidad de comprender lo que viene en un futuro cercano, lo cual genera en muchas mentes un punto de detención, de incertidumbre y sin saber en qué dirección ir, procrastinan como si se encontraran en pausa, en lugar de tomar provecho de este ensayo de futuro en el que deben hacerse con las herramientas adecuadas para las cosas que pueden venir.
Miramos para todos lados y solo vemos amenazas en el futuro, cuando somos dueños de la posibilidad de no solo enfrentarnos a lo que se venga, sino de adelantarnos y estar preparados para distintas contingencias.
Quizás no esté muy claro el camino a la vuelta de la esquina, pero con una seguridad del 100%, todo aquello que aprendas a hacer hoy aumenta tus probabilidades de éxito mañana.
Aprender a ser uno con nosotros
Si comprendemos que la soledad es una imposibilidad en esta era, realmente nos sentiríamos menos solos. La gente que ayer se quejaba porque no tenía tiempo para expandirse, para crecer, hoy sigue sin hacer eso para lo que quería tiempo y tranquilidad.
Dado que lo social es vital en nuestra especie, recordemos que estamos a una llamada, a un paso de mostrar lo mucho que podemos hacer por nuestra cuenta.
Debemos entender que cuantos más seamos en esta tierra, más posibilidades hay de este tipo de escenarios y en cada uno deberemos adaptar nuestra realidad.
Aquellos que primero lo logren y más rápido se adapten serán los que consigan los privilegios y por ende, los que mejor la van a pasar.
Recordemos que ese es el superpoder de nuestra especie, la capacidad de adaptación.
Rompernos…..
Deconstruirnos, quizás, es un término más actual, pero básicamente es el acto de deshacer nuestras rutinas y preconceptos con el fin de determinar si realmente nos conforman o si como parte de un work in progress, son simples capas apiladas de tareas por necesidad.
Con una decisión mundial nos cambiaron las rutas, nos llevan a la inhospia de la necesidad de un cambio, y este escenario nos enfrenta a nuestra existencia como un cúmulo de piezas y conocimientos.
Solemos escondernos tras un sinfín de “tengo que hacer” y demoramos así el “quiero” o el “me divierte”. Hoy este aislamiento nos propone el desarmarnos para poder ser lo que realmente queremos. Hacer que la mente se expanda, contarle a otros lo que sabemos y aprender todo lo que podamos para ser aún mejores en eso que nos motiva.
Motivación
En un escenario que nadie ha vivido es muy difícil encontrar referentes, confiar en gente que nos muestre caminos. Y quizás el mejor consejo que pueda dar es que sigan aquello que realmente sientan. Aprender algo nuevo es como emprender, si lo vas a hacer, hacelo porque te gusta, porque te encantaría poder utilizar ese conocimiento como parte de un proyecto o como un todo, pero lo importante es que te produzca satisfacción, que eleve esos niveles de dopamina para que ni se te pase por la cabeza dejar lo que comenzaste.
Crecer es una gran motivación, entender que para adelante se abren muchas más posibilidades en ciertas especialidades y que muchos mercados se van a reconvertir. Que lo digital va a crecer y que lo análogo va a tener que mutar.
Mutación
Rompimos nuestra existencia en pedacitos y ahora tenemos la chance de cambiar el orden y los resultados de esa sinfonía que nace de todo lo que somos y podemos.
Muchas tareas se van a dejar de hacer, muchas costumbres tendrán que ser dejadas de lado, el mate va a ser personal, el saludo con un beso o un abrazo se limitará al fuero más interno, y si pensamos un poquito, “el cambio de costumbre” siempre da lugar la a la innovación y esta siempre abre nuevos nichos de negocio.
Renovación
Renovar, es simplemente aceptar que todo cambia y que nosotros somos parte integral de ese todo, que por mucho berrinche que hagamos el universo mañana va a ser distinto y si nos emperramos en que todo siga igual, simplemente la vamos a sufrir, pero si lo acompañamos, las cosas van a tener más sentido. La realidad cambia de a pequeñas partes en todo el mundo, por eso esta vez parece más difícil, porque es un cambio integral.
Esto me recordó la frase de una amigo “mi abuelo se fue de esta vida llorando y pataleando”, sabía decir, se podría haber ido con una sonrisa y se hubiera ido igual.
El mundo cambió y solo nos queda adaptarnos y mejorar lo que nos vaya a tocar con lo que podamos inventar, crear, aprender.
¿Qué hiciste hoy para ser mejor?
Autor: F. Mesaglio
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