lunes, 14 de febrero de 2022

Estar ahí


 


Estar ahí es una técnica milenaria, observar y medir son eventos de los más importantes, pero “estar” nos permite ser parte, acompañar y de esa manera asegurarnos de ser al menos un par de ojos extra que mejoren todo aquello que se haga. 


Es a la vez parte necesaria para poder hacer las preguntas adecuadas en el momento en que surgen las dudas.

Participar de cada ritual de un equipo es clave si nuestra intención es hacerlo mejorar, pero nos vamos a encontrar inmediatamente con el subproducto de esta técnica, el equipo también nos va a mejorar a nosotros. 

En el camino de cualquier proyecto existen muchas líneas de aprendizaje corriendo al unísono y contra lo que mucha gente cree, no hay una más importante que otra.

Crecimiento personal 

Cuando encaramos un proyecto, cualquiera sea este, se abren frente a nosotros un sinfín de incógnitas, algunas de ellas estarán contestadas por conocimientos previamente adquiridos, otras serán puertas que tendremos que abrir para salir a jugar con esos nuevos conceptos.Así nos encontramos con los ladrillos con los que construiremos un camino de innovación en lo personal en cuanto a conocimientos. 

Pero si a la vez el proyecto es compartido con un equipo, también descubriremos que los conocimientos que tengan los demás integrantes pasan a ser nuestros y de esta manera habremos multiplicado nuestro saber con el de cada uno de nuestros colegas. 

Aceptación y comprensión

Como somos seres sociales y el ser humano necesita de otros integrantes de su especie para mantener su contacto con la realidad, donde realidad, es ese constructo que todos aceptamos como cierto con pequeñas intermitencias de una persona a otra. Comprender a los demás al nivel en el que lo hacemos en un equipo nos permite compartir sus experiencias de vida y mejorar nuestro lenguaje y comportamiento.

Entrenar el oído

Cada persona es una nueva posibilidad de interpretar mejor a nuestros pares, de aprender a escuchar abandonado el pensamiento propio en pos de la comprensión dirigida a nuestros interlocutores.

Y este punto es realmente importante, ya que vivimos en una sociedad que prejuzga sin tener los datos suficientes y que aun cuando hay datos no provienen, en muchos casos, del punto de vista del relator, de quien los vive y nos explica cómo los está experimentando. 

Escuchar, en un mundo tan lleno de ruido, es quizás, una de las habilidades más difíciles de obtener, pero es justamente una de las razones de este artículo, dado que “estar” nos permite obtener esta información de primera mano.

Ser parte de la vida de otros

Cuando uno es parte de un equipo y si todas las personas del mismo fueron incluidas en base a un rango de “fit” que posibilite que se relacionen de forma productiva, se dará la gran posibilidad de crear un modelo de tipo familiar o de honor, donde cada integrante tiene una función productiva que podría ser realizada por otros pero que es absolutamente indispensable desde lo afectivo para que el grupo funcione de la manera esperada. 

Es vital comprender que el equipo te cambia, agregando gente importante en tu día a día, personas por las cuales te preocupas, personas con las que te reís y que finalmente son parte integral de tu vida, ya que en esa gente vas a confiar y a la par los vas a cuidar, porque en el camino te das cuenta que además, son parte de vos.

Ser 

A este punto habrán entendido que no estoy hablando de presencialidad, sino de una cualidad del ser, que es el “estar” que trasciende la sencilla presencia, que nos lleva al próximo paso de la evolución en lo personal y si te toca liderar, sin lugar a dudas al siguiente escenario, en el que esa persona que dirige, jamás debe asumir, y siempre debe contar con la información más directa para la toma de cualquier decisión afecte de manera positiva a esa simbiosis que debe darse en una entre los integrantes de un equipo.

Si estás en cada reunión, en cada “ritual”, si prestás atención a los demás, si ponés on hold tus pensamientos mientras formas parte de ese colectivo, tus opiniones y decisiones van a ser plurales, tu camino va a ser compartido y tu alegría… la de todos aquellos que compartan tu senda. 

Estar ahí

Estar ahí en tiempo y espacio, dedicarle un momento absoluto a ese momento en el que realmente expandimos nuestra mente colectiva, sin empañar el momento con pensamientos foraneos a ese instante en el que vivimos. Hoy es el mañana que ayer nos preocupaba tanto, diría el amigo Confusio.

Se trata de aceptarnos como parte de algo más grande y brindarnos a aquellos que van a brindarse a nosotros, se trata de ser mejores cada minuto para poder aportar más a ese viaje en el que nos metimos. Estar ahí para aquellos que confían en nosotros, ser un faro en la niebla de sus preocupaciones, una risotada, una experiencia. 

Estar ahí es ser parte de cada sonrisa y cada lágrima, es entender decisiones, es no perderte de nada y poder opinar sabiendo ciertamente. Estar ahí nos permite ver y entender de primera mano hechos que de otra manera pasarán por el tamíz de las opiniones y preconceptos de un tercero.

Estar ahí, es comprender profundamente esa mente que está formada por un conjunto, es mucho más que la suma de sus partes.

Ahora te pregunto….. estás ahí¡?

Autor: FM

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